Efectos del consumo de cafeína sobre el estrés oxidativo y la modulación inflamatoria

Resumen

La cafeína es un alcaloide presente de forma natural en frutos, hojas y semillas, capaz de absorberse rápida y completamente en el tracto intestinal. Se metaboliza en los hepatocitos por acción de la enzima citocromo P450, CYP1A2, la cual da como producto a la monoxantina, sustrato para xantina oxidasa. Consumida en dosis correctas, es decir, menores a 400 mg/día, tiene diversas reacciones beneficiosas en el organismo, como la inhibición de los productos de peroxidación lipídica y reducción de especies reactivas de oxígeno (ERO), principales responsables de diversas patologías humanas. Del mismo modo, actúa sobre la modulación inflamatoria al actuar según su concentración sobre los receptores de adenosina A1 y A2a en el sistema inmune y sistema nervioso, y al reducir las especies reactivas de oxígeno, bloqueando los estímulos desencadenantes de la activación del factor nuclear potenciador de las cadenas ligeras kappa de las células B activadas (NF – kB) implicado en el proceso de apoptosis, proliferación celular e inflamación.

La ingesta de cafeína se encuentra relacionada con ciertas patologías y condiciones fisiológicas, como la enfermedad de Parkinson, enfermedad de Alzheimer, hipertensión arterial, diabetes mellitus tipo 2, enfermedad coronaria e infarto de miocardio. Sin embargo, aunque su capacidad antioxidante y antiinflamatoria ha sido demostrada, existen investigaciones que cuestionan su relevancia al afirmar que la importancia clínica de su acción es insuficiente. De cualquier modo, la cafeína en dosis adecuadas no genera perjuicios a la salud.