La investigación científica en quinua y su relación con el retorno económico entre los años 1999 al 2020
Scientific research in quinoa and its relationship with the economic return between the years 1999 to 2020
Luis Enrique Quintanilla Chacón1, *; Marinalva Santos Bandy1; Keneth Reategui Del Águila2; Marilyn Aurora Buendía Molina3
1 Universidad Femenina Sagrado Corazón, Lima, Perú.
2 Universidad Nacional Intercultural de la Amazonía Peruana, Pucallpa, Perú.
3 Universidad Nacional Agraria La Molina, Lima, Perú.
ORCID de los autores
L. E. Quintanilla Chacón: https://orcid.org/0000-0001-6709-4900 M. Santos Bandy: https://orcid.org/0000-0002-224-1099
K. Reategui Del Águila: https://orcid.org/0000-0002-0201-2596 M. A. Buendía Molina: https://orcid.org/0000-0003-2896-0778
RESUMEN
Los fondos públicos de los países son escasos, especialmente en los países en desarrollo, tomando decisiones el gobierno en la asignación de recursos para la investigación agrícola. El objetivo fue determinar el retorno económico de la inversión en investigación científica en la productividad de quinua (Chenopodium quinoa Willd) en el Perú desde 1999 al 2020. Para ello, se utilizaron datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y del Ministerio de Economía y Finanzas del Perú; la investigación es no experimental y de tipo básico. Asimismo, se utilizó la regresión lineal para el análisis de datos y se encontró un incremento de producción desde el año 1978 (529 kg/ha) al año 2020 (1480 kg/ha), la Tasa Interna de Retorno (TIR) es de 16,1% y la relación Beneficio/Costo es en promedio de 1,42; por lo que la inversión en investigación tiene altos retornos económicos y grandes beneficios para la sociedad.
Palabras clave: Quinua; investigación; innovación; retornos económicos.
ABSTRACT
The public funds of the countries are scarce, especially in developing countries, with the government making decisions in the allocation of resources for agricultural research. The objective was to determine the economic return of investment in scientific research on the productivity of quinoa (Chenopodium quinoa Willd) in Peru from 1999 to 2020. For this, data from the United Nations Food and Agriculture Organization was used. (FAO) and the Ministry of Economy and Finance of Peru; the research is non-experimental and basic. Likewise, linear regression was used for data analysis and an increase in production was found from 1978 (529 kg/ha) to 2020 (1480 kg/ha), the Internal Rate of Return (IRR) is 16.1% and the Benefit/Cost ratio is on average 1.42; Therefore, investment in research has high economic returns and great benefits for society.
Keywords: Quinoa; research; innovation; economic returns.
1.
Introducción
La quinua (Chenopodium quinoa Willd.) es originaria de América del Sur, se caracteriza por su alto contenido en nutrientes y alta capacidad de adaptación a diversas condiciones edafoclimáticas; asimismo, existe gran variabilidad genética que expresan múltiples respuestas fisiológicas y fenológicas (García-Parra et al., 2019; Vilcacundo & Hernández, 2017). Esta planta produce granos de alta calidad y contenido proteico, por contener aminoácidos como la lisina, treonina y metionina, que son considerados como esenciales. El aporte de lípidos en la quinua varía entre 1,8-9,5% y tiene un promedio de 5,0-7,2% (Hernández-Ledezma, 2019; Lorusso et al., 2017). Además, según (Bhargava & Ohri, 2016), 100 g de quinua brinda 0,20 mg de vitamina B6; 0,61 mg de ácido pantoténico; 23,5 g de ácido fólicoácido y 7,1 g de biotina. Las características nutricionales varían según las condiciones ambientales, como temperatura, intensidad de luz, humedad relativa y precipitación. Estas condiciones son factores clave en la calidad y número de granos por panícula (Morales et al., 2017), así como en el comportamiento fenológico y fisiológico de las plantas relacionadas con la capacidad de adaptación a diversas condiciones ambientales (Winkel et al., 2016).
La planta de quinua presenta propiedades adaptativas que le permiten expresar su potencial productivo. Además de haber experimentado diversos procesos evolutivos y adquirir resistencia a problemas de salinidad, adaptabilidad a las sequías y tolerancia a las heladas (Jarvis et al., 2017; Ccoyllar-Quintanilla et al., 2021).
La producción de quinua ha incrementado en los últimos años, por el aumento en su precio y por la demanda del mercado nacional e internacional (Pinedo-Taco et al., 2018), debido al aportarte a la seguridad alimentaria y nutrición (Caicedo, 2016), generando incremento en el uso de factores de producción como son, la tierra, mano de obra y maquinaria. Sin embargo, gran parte del incre-mento es consecuencia del cambio tecnológico, el cual incrementa la productividad y mejora el nivel de vida del productor; debido a la mano de obra familiar que es la principal herramienta del sistema de producción, así como la implemen-tación de prácticas agroecológicas, utilizando los saberes campesinos, para fortalecer la proyección social del conocimiento científico (Plazas & García, 2017). Asimismo, Pinedo-Taco et al. (2018) señalan que el aumento de la superficie cultivada de quinua y la introducción de tecnologías, con insumos externos, incrementan el rendimiento y cambios en el sistema de cultivo.
La quinua se siembra bajo cuatro sistemas de producción: convencional, presenta dependencia de insumos externos, servicios de mano de obra y maquinaria (Mercado & Ubillus, 2017); tradicional, tienen bajos índices de producción y productividad, este sistema es utilizado en áreas de economías de subsistencia (Bolívar, 2011); mixtos o también llamados alternativos, se realiza el uso racional de agroquímicos y manejo responsable de la producción; y orgánico, es con asistencia técnica para llegar al mercados de exportación (Campos et al., 2017). A nivel internacional, para el 2030 se espera que los sistemas de producción sean sostenibles, con prácticas agrícolas que incrementen la producción y productividad, económicamente viables y ecológicamente adecuados. Además, debe ser cultural y socialmente aceptable y, conservar los ecosistemas.
Evaluar la sostenibilidad de la producción es difícil (Benítez et al., 2016) porque en general, se propone en mayor porcentaje la evaluación de las dimensiones: ecológica, económica y social o socio-cultural (Blandi et al., 2015). Para evaluar la sustentabilidad de cada dimensión mencionada, existen métodos de análisis multicriterio por medio de la evaluación de un conjunto de indicadores para conocer los puntos críticos de la sustentabilidad de los agroecosistemas. Por otro lado, según datos del año 2017 Ruiz et al. (2018) señalan en Ecuador una producción nacional de 1296 toneladas; mientras que, Perú y Bolivia presentaron, en conjunto, al mercado 80 mil toneladas. La sobre oferta del producto genera la disminución de precios del producto en el mercado, lo que genera la producción de productos elaborados con quinua. En el Perú gran parte del incremento se debe al cambio tecnológico, el cual mejora la productividad y aumenta el nivel de vida del productor (Quintanilla, 2019).
El objetivo del estudio fue determinar los retornos económicos de la inversión en investigación científica agrícola realizados para incrementar la productividad de quinua (Chenopodium quinoa Willd).
2. Material y métodos
La investigación se realizó utilizando información oficial publicada en la Organización de las Naciones, Unidad para la Alimentación y la Agricultura (FAO) (FAOSTAT, 2022) que corresponde al área cosechada, medida en hectáreas; producción total, medida en toneladas; y, rendimiento medido, medido en kilogramos por hectárea. Mientras que, los datos de inversión en investigación se obtuvieron de la página web del Ministerio de Economía y Finanzas de Perú (MEF, 2022).
El cálculo de los retornos económicos fue obtenido mediante la diferencia de los rendimientos en Perú y como testigo Bolivia (donde no ha habido incrementos sensibles) multiplicados por el área sembrada y el precio en chacra a precios del año 2022 a precios corrientes tomados de la página web de FAOSTAT (2022). Los métodos utilizados, para analizar los datos obtenidos, fueron por procedimientos estadísticos como el análisis de regresión lineal aplicado a transformaciones y determinando la polinómica cuadrática que se ajusta a los datos procesados.
3. Resultados y discusión
En la Tabla 1 se presentan el área cosechada, producción y el rendimiento de la quinua en Perú y Bolivia entre los años 1999 al 2020, las tendencias se representan en las Figuras 1 a, b y c. Los resultados obtenidos difieren del reporte presentado por Ramos & García (2010) quienes afirmaron que el principal productor de quinua del mundo es Bolivia con 64,789 hectáreas cultivadas; 38,257 toneladas totales producidas y 590 kg*ha-1 de grano promedio; sin embargo, en la Tabla 1 los datos muestran que la producción y rendimiento de la quinua es mayor en el Perú en comparación con Bolivia. En América latina, el cultivo de quinua, es liderado por países como Perú y Bolivia (Dueñas, 2014), ambos países se encuentran dentro de las principales zonas productoras de quinua de la región andina y del mundo, al igual que Colombia y Ecuador.
El incremento en la producción se debe al incremento en el uso de los factores de producción como son tierra, mano de obra y maquinaria. En el caso de Bolivia los incrementos son consecuencia del uso de mayor superficie sembrada y cosechada; en el Perú gran parte del incremento se ha derivado del cambio tecnológico, el cual mejora la productividad y aumenta el nivel de vida del productor (Quintanilla, 2019). Los datos analizados al año 2020 confirman que el Perú, con menos áreas cosechadas que Bolivia, la supera en producción en el año 2020: 100,115 frente a 70,170 toneladas (Figura 1).
En el Perú, según las estadísticas del MEF (2022) la producción total pasó de 28,413 mil t el 1999 a 100,115 mi t el 2020; asimismo, el Ministerio de Agricultura y Riego (MINAGRI, 2020), reportó una producción total de 30 mil t el 2008 a 86 mil t para el 2018, con 14,2% tasa de crecimiento anual. La producción nacional registró mayor crecimiento en el año 2014 con 115 mil t, mejora el rendimiento y la producción por hectárea (IICA, 2015), en los siguientes años la producción y los precios fueron variables. En el año 2019, el departamento de Puno fue el primer productor, luego se expandió el cultivo en Arequipa, Ayacucho, Junín y otros 15 departamentos del Perú.
Figura 1. Producción de quinua de Perú y Bolivia.
Tabla 1
Producción y rendimiento de quinua por hectárea en Perú y Bolivia
Año | Área (ha) | Producción (t) | Rendimiento (kg/ha) | Incre-mento (kg/ha) | Perú, área (ha) | Incre-mento (kg) | Incre-mento (S/.) | Ejecución de gasto | Flujo neto | Precio S/ | ||||
Bolivia | Perú | Bolivia | Perú | Bolivia | Perú | Girado (S/.) | B/C | |||||||
1999 | 35,963 | 28,979 | 22,498 | 28,413 | 626 | 980 | 355 | 28,979 | 10,284,102 | 12,752,287 | 26,924,115 | 0,47 | -14,171,828 | 1,24 |
2000 | 36,847 | 28,889 | 23,785 | 28,191 | 646 | 976 | 330 | 28,889 | 9,542,945 | 11,165,246 | 27,958,507 | 0,40 | -16,793,261 | 1,17 |
2001 | 37,223 | 25,601 | 23,299 | 22,267 | 626 | 870 | 244 | 25,601 | 6,242,561 | 7,428,647 | 25,582,300 | 0,29 | -18,153,653 | 1,19 |
2002 | 37,817 | 27,851 | 24,179 | 30,373 | 639 | 1,091 | 451 | 27,851 | 12,565,947 | 14,073,860 | 26,021,485 | 0,54 | -11,947,625 | 1,12 |
2003 | 38,289 | 28,326 | 24,936 | 30,085 | 651 | 1,062 | 411 | 28,326 | 11,637,479 | 12,917,602 | 42,060,622 | 0,31 | -29,143,020 | 1,11 |
2004 | 38,649 | 27,676 | 24,688 | 26,997 | 639 | 976 | 337 | 27,676 | 9,318,274 | 10,343,284 | 40,248,021 | 0,26 | -29,904,737 | 1,11 |
2005 | 39,302 | 28,632 | 25,201 | 32,590 | 641 | 1,138 | 497 | 28,632 | 14,230,755 | 16,507,676 | 43,251,626 | 0,38 | -26,743,950 | 1,16 |
2006 | 42,431 | 29,947 | 26,873 | 30,429 | 633 | 1,016 | 383 | 29,947 | 11,462,543 | 13,525,801 | 44,239,684 | 0,31 | -30,713,883 | 1,18 |
2007 | 45,454 | 30,381 | 26,601 | 31,824 | 585 | 1,048 | 462 | 30,381 | 14,044,157 | 17,133,872 | 48,034,414 | 0,36 | -30,900,542 | 1,22 |
2008 | 46,369 | 31,163 | 27,169 | 29,867 | 586 | 958 | 372 | 31,163 | 11,607,655 | 18,572,249 | 52,983,694 | 0,35 | -34,411,445 | 1,60 |
2009 | 59,924 | 34,026 | 34,156 | 39,397 | 570 | 1,158 | 588 | 34,026 | 20,002,566 | 67,208,622 | 48,430,359 | 1,39 | 18,778,263 | 3,36 |
2010 | 58,496 | 35,313 | 36,724 | 41,079 | 628 | 1,163 | 535 | 35,313 | 18,909,371 | 63,913,674 | 50,032,179 | 1,28 | 13,881,495 | 3,38 |
2011 | 63,307 | 35,475 | 40,943 | 41,182 | 647 | 1,161 | 514 | 35,475 | 18,238,993 | 67,119,495 | 49,435,159 | 1,36 | 17,684,336 | 3,68 |
2012 | 131,192 | 38,495 | 50,874 | 44,213 | 388 | 1,149 | 761 | 38,495 | 29,285,301 | 113,626,970 | 45,286,262 | 2,51 | 68,340,708 | 3,88 |
2013 | 147,312 | 44,868 | 63,075 | 52,129 | 428 | 1,162 | 734 | 44,868 | 32,917,740 | 207,052,586 | 57,170,277 | 3,62 | 149,882,309 | 6,29 |
2014 | 113,506 | 68,140 | 67,711 | 114,725 | 597 | 1,684 | 1,087 | 68,140 | 74,076,686 | 583,353,901 | 68,216,368 | 8,55 | 515,137,533 | 7,88 |
2015 | 121,186 | 69,303 | 75,449 | 105,666 | 623 | 1,525 | 902 | 69,303 | 62,518,755 | 306,717,011 | 120,560,311 | 2,54 | 186,156,700 | 4,91 |
2016 | 118,913 | 64,223 | 65,548 | 79,269 | 551 | 1,234 | 683 | 64,223 | 43,867,579 | 174,856,169 | 120,069,383 | 1,46 | 54,786,786 | 3,99 |
2017 | 110,639 | 61,721 | 66,792 | 78,657 | 604 | 1,274 | 671 | 61,721 | 41,396,459 | 152,338,968 | 163,931,506 | 0,93 | -11,592,538 | 3,68 |
2018 | 111,605 | 65,736 | 70,763 | 86,828 | 634 | 1,321 | 687 | 65,736 | 45,148,178 | 173,730,188 | 185,867,912 | 0,93 | -12,137,724 | 3,85 |
2019 | 116,746 | 64,859 | 67,135 | 89,414 | 575 | 1,379 | 804 | 64,859 | 52,116,714 | 242,655,420 | 193,916,490 | 1,25 | 48,738,930 | 4,66 |
2020 | 115,973 | 67,638 | 70,170 | 100,115 | 605 | 1,480 | 875 | 67,638 | 59,190,315 | 271,801,928 | 154,919,054 | 1,75 | 116,882,874 | 4,59 |
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| Promedio | 1,42 | TIR: 16,4% |
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Fuente: FAOSTAT (2022) y MEF (2022).
Bedoya-Perales et al. (2018) reportaron que el auge de la quinua fue debido al incremento de siembra en el 2014, provocando una aceleración de la producción en áreas tradicionales y su cultivo en nuevas regiones, teniendo consecuencia en los ecosistemas, provocando la degradación de tierras, el uso excesivo de plaguicidas, problemas fitosanitarios, entre otros.
Entre los años 2006 al 2014 las tasas de crecimiento de producción de quinua fueron positivas, pero entre los años 2015 y 2016 la producción desciende. Ello se pudo deber a la caída del precio de la quinua Post AIQ a causa de la sobre producción y por el incremento de las plagas del cultivo en la Costa, los Estados Unidos devolvieron 200 contenedores el 2014, y el 2015 se aprobó los Límites Máximo de Residuos (LMR) de plaguicidas utilizados en quinua (Chávez et al., 2017). Asimismo, Pinedo et al. (2020) indican que, la producción de quinua en el Perú, en los últimos diez años, se ha intensificado, pasando de las prácticas tradicionales a sistemas de producción tecnificados debido a la demanda del mercado, lo que genera cambios en términos económicos, sociales y ambientales.
El incremento de la producción de quinua por mayor uso del recurso tierra desde el año 1999 hasta 2020 ha sido casi la misma (Figura 2, Tabla 1); sin embargo, Bolivia ha duplicado, durante dicho periodo, el uso de área sembrada y cosechada. En el 2020 Bolivia cosechó 115,973 ha y Perú solamente 67,638 ha; sin embargo, los mayores rendimientos permitieron a Perú superar a Bolivia en producción y exportaciones (FAOSTAT, 2022), por adaptarse la quinua ante el cambio climático logrando un normal desarrollo vegetativo a altitudes entre 2000 y 3500 msnm, cumpliendo con el índice de cosecha y rendimiento esperado (Amador & Montesinos, 2017). Ambos países producen el 74% de la producción mundial (Alandia et al., 2020). Es así que, en los andes del Perú, en la mayoría de los departamentos la quinua se ha adaptado, permitido la renovación de prácticas agrícolas durante la etapa de siembra (Stevens, 2017) y la producción de varias cepas (Bedoya-perales et al., 2018). Lo cual es confirmado por Ccoyllar-Quintanilla et al. (2021).
En la Figura 3 se observa el incremento de la producción por aumento en la productividad (cambio tecnológico). Un ejemplo es el incremento en la producción de quinua por área de terreno agrícola usado en el Perú, especialmente en el altiplano, que ha llevado la productividad de 526 kg/ha a 1,480 kg/ha en cuarenta y dos años de investigación e innovación agraria por el INIA desde 1978 hasta 2020. Ello gracias a la tolerancia a los estreses abióticos de la quinua como a la sequía, la salinidad y distribución potencial; que le permite una buena productividad, favorecido por la demanda a nivel mundial. Además, Ccoyllar-Quintanilla et al. (2021) evidencian zonas de mayor capacidad de movilidad de Chenopodium quinoa Willden los Andes del Perú como los departamentos de Puno, Apurímac, Ayacucho y Cuzco, donde las variables bioclimáticas como precipitación y temperatura son adecuadas para la producción, a diferencia de la costa o la selva.
Se distinguen dos tipos de innovación: la innovación de procesos representa cuando un nuevo conocimiento de ingeniería agrícola mejora las técnicas de producción para los productos existentes y la innovación de productos, por la cual se introducen nuevas variedades mejoradas de quinua al mercado. Zurita-Silva et al. (2014) reportaron que la quinua es de calidad y presenta propiedades de tolerar el estrés abiótico, además la introducción del cultivo se está llevando a cabo en varias regiones y se está produciendo en altitudes más bajas de lo habitual como en la costa (Cruces et al., 2020).
La importancia de la innovación (nuevas varieda-des mejoradas) son más difíciles de cuantificar, pero son importantes para elevar el nivel de vida que las innovaciones en procesos productor (Quintanilla, 2019). La diversidad de variedades mejoradas en Perú es mucho mayor que hace 50 años y en este proceso el INIA del Perú han tenido un rol importante.
Figura 2. Área de cosechada de quinua de Perú y Bolivia.
Figura 3. Rendimiento de quinua de Perú y Bolivia.
4. Conclusiones
El avance de la tecnología incrementa la producción de la quinua por unidad de área de terreno usado. El cambio positivo se logra con la innovación en la agricultura. Siendo la ecuación que se ajusta a los datos de rendimientos analizados es la polinómica de segundo grado: y = 2E+06-1540,9x+0,3904x² con una bondad de ajuste de R² = 0,7837. La Tasa Interna de Retorno (TIR) es de 16,1%. Asimismo, La relación B/C es en promedio de 1,42 lo que significa que, por cada unidad monetaria invertida, en este caso el Sol, se tiene un retorno de S/.1,42 con un beneficio neto de 42 centavos de Sol. La inversión en investigación tiene altos retornos económicos y grandes beneficios para la sociedad. Se recomienda realizar encuestas a los estudiantes.
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