26(4): 429-435, 2023

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CC BY 4.0

 

Conocimientos y prácticas de enfermeras sobre prevención de infecciones asociadas a catéter en el neonato crítico

 

Knowledge and practices of nurses on the prevention of catheter-associated infections in critical neonates

 

Regina Patricia Romero Atilano1*; Nora Idania Vargas Castañeda1; Janet Julia Chunga Medina1

 

1 Universidad Nacional de Trujillo. Av Juan Pablo II s/n, Trujillo, Perú.

 

*Autor correspondiente: rromeroat@unitru.edu.pe (R. Romero).

 

 Fecha de recepción: 30 10 2023. Fecha de aceptación: 13 11 2023.

 

 

RESUMEN

La investigación tuvo como objetivo establecer la relación entre el nivel de conocimientos con el nivel de prácticas de enfermeras sobre prevención de infecciones asociadas a catéter vascular en la unidad de cuidados intensivos neonatales en el Hospital Belén de Trujillo (HBT) y el Hospital Regional Docente de Trujillo (HRDT) 2020. El universo muestral estuvo formado por 40 enfermeras que trabajan en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales del HBT y HRDT, quienes cumplieron los criterios de inclusión. Los instrumentos utilizados fueron el Cuestionario para medir el Nivel de Conocimientos sobre prevención de infección asociada a catéter vascular (CMNCPICV) y la Escala de medición de prácticas sobre prevención de infecciones asociadas a catéter vascular (EMPPICV). Los resultados evidenciaron que el 50 % de enfermeras tuvieron un alto nivel de conocimientos, el 35 % un nivel medio y el 15% nivel de conocimientos bajo. Con respecto al nivel de prácticas sobre prevención de infecciones asociadas a catéter vascular 62.5 % fueron adecuadas mientras que el 37.5 inadecuadas. Se comprobó relación altamente significativa entre el nivel de conocimientos y nivel de prácticas de enfermeras sobre prevención de infecciones asociadas a catéter vascular (p= 0.000).

 

Palabras clave: Conocimiento; práctica de enfermera; prevención de infecciones; catéter vascular.

 

ABSTRACT

The objective of the research was to establish the relationship between the level of knowledge and the level of practices of nurses on the prevention of infections associated with vascular catheters in the neonatal intensive care unit at the Hospital Belén de Trujillo (HBT) and the Regional Teaching Hospital of Trujillo (HRDT) 2020. The sample universe consisted of 40 nurses who work in the Neonatal Intensive Care Unit of the HBT and HRDT, who met the inclusion criteria. The instruments used were the Questionnaire to measure the Level of Knowledge on prevention of vascular catheter-associated infection (CMNCPICV) and the Scale for measuring practices on prevention of vascular catheter-associated infections (EMPPICV). The results showed that 50 percent of nurses had a high level of knowledge, 35 percent a medium level, and 15 percent a low level of knowledge. Regarding the level of practices on prevention of infections associated with vascular catheters, 62.5 percent were adequate while 37.5 were inadequate. A highly significant relationship was found between the level of knowledge and the level of nursing practice on the prevention of infections associated with vascular catheters (p= 0.000).

 

Keywords: Knowledge, nursing practice, infection prevention, vascular catheter.

 

INTRODUCCIÓN

 

En 2017, en la Organización Mundial de la Salud [OMS] se registraron poco menos de 3 millones de muertes de recién nacidos, el 75% ocurrieron dentro de la primera se­mana, aproximadamente 1 millón de recién nacidos en el período inmediato (antes de las 24 horas después del nacimiento) (OMS, 2020a).

En Perú, el Ministerio de Salud [MINSA], ma­nifiesta que el registro de defunciones neo­natales ha tenido una reducción del 37% entre el 2011 al 2019; además los porcenta­jes obtenidos de la muerte neonatal acontecieron en dos momentos definidos: 38% de la mortalidad fue en las primeras 24 horas (mayormente asociadas al trabajo de parto) y en cambio las que son pasado el primer día de vida representan el 24% (MINSA, 2019).

El neonato es aquel que tiene menos de 28 días y es precisamente en ese rango de edad donde existen mayores factores de riesgo que incrementan la mortalidad, para lograr avances en la supervivencia y recu­peración máxima de la salud en los recién nacidos críticos es preciso renovar los pro­cesos en la atención brindada y asegurar que dentro de cada área se brinde un servicio de calidad y calidez, en especial de la unidad de cuidados neonatales ya sea in­tensivos o intermedios, llamadas UCIN, para los neonatos frágiles y vulnerables (MINSA, 2015; OMS, 2020b).

Parte del equipo encargado del ingreso del neonato a la UCIN se encuentra Enfermería, y parte de los cuidados integrales que brinda tanto al inicio como durante toda la estancia del neonato incluye a la preven­ción de infecciones porque el riesgo y pro­babilidad de muerte aumenta solo por en­contrarse dentro de esta área; hay infeccio­nes más prevenibles que otras, siendo una de ellas las asociadas al cuidado de la salud, por sus siglas IACS, son en las que se puede intervenir para reducir las tasas de mortalidad intrahospitalaria y en donde también tienen un papel más relevante los profesionales encargados del cuidado (Herrera et al., 2017).

Las IACS van a ser definidas como aquellas infecciones que son adquiridas en el ambiente hospitalario, es decir que solo se incluyen a aquellas que presentan signos o síntomas pasadas las 72 horas de ingreso del paciente al área hospitalaria o por el contrario si el neonato ya es dado de alta y presenta un cuadro infeccioso hasta antes de los 3 días de su egreso se clasifica tam­bién dentro de este grupo de infecciones (Herrera et al., 2017).

Una de las principales causas de infección es la asociada a un dispositivo. El catéter, considerado un dispositivo, puede clasifi­carse según el vaso insertado en periférico, arterial y central; según el tiempo que per­manecen en corta (menor de 1mes) y larga (mayor de 1 mes); según el sitio se inserción en periférico, subclavio, yugular interno, umbilical, femoral o percutáneo; según la longitud del catéter en corto, mediano y largo; según el recorrido del catéter en el vaso a partir de la inserción en piel puede ser tunelizado o no tunelizado; y por último, según la cantidad de lúmenes puede ser de 1 lumen o con más (Gonzales, et. al, 2012; Lachener y Castro, 2019).

El sustento conceptual gira en torno a los conocimientos y a las prácticas de la enfer­mería y a la prevención de infecciones rela­cionadas al catéter. Swanson, define el co­nocimiento como el impulso de entender el porqué de los acontecimientos que suce­den en el neonato, sin tener supuestos pre­vios, y solo poniendo como centro de aten­ción a su sujeto de cuidado; el otro con­cepto clave, el hacer por, que la teorista define como hacer por quienes cuidamos lo que se haría por uno mismo, buscando pro­tegerlo, cubriendo sus necesidades y dán­dole confort, incluyendo el respeto de su dignidad (Raile, 2015).

El Centers for Disease Control and Prevention [CDC], hace referencia a que el personal de enfermería necesita estar ca­pacitado y educado sobre las considera­ciones básicas del uso de catéter intravas­cular. Enfermería es quien realiza por exce­lencia la inserción del catéter intravascular, así como es su responsabilidad el mante­nerlo libre de infecciones mediante una se­rie de cuidados y medidas de control; por ello un personal no capacitado, bajo nin­guna circunstancia debe ser designado para la inserción y mantenimiento, y debe existir a la vez evaluación periódica de los saberes y verificar el cumplimiento de pro­tocolos en el manejo de catéteres intravas­culares. El CDC también hace recomenda­ciones sobre los accesos vasculares que in­cluyen lavado de manos, uso de guantes y equipos de barrera, antiséptico usado en piel, colocación, elección del lugar y nú­mero de luces, tiempo de permanencia y retiro del catéter, necesidad o no de apósi­tos, y, sobre la curación del catéter; los cua­les deben ser conocidos y puestos en prác­tica por el profesional de enfermería para así proteger y preservar la salud del neonato (CDC, 2017; Fernández, 2019; Prias, 2017).

La estancia prolongada del neonato en las UCIN hace que la atención y cuidados que se brindan sean dados por incluso hasta 4 enfermeras(os) en 24 horas; es por ello que, para velar por la seguridad, se dé el cumpli­miento de protocolos, además de que exista concordancia entre lo que se conoce y práctica (Barresi, 2017).

El objetivo de la investigación fue Identificar la relación entre el nivel de conocimientos con el nivel de prácticas de enfermeras so­bre prevención de infecciones asociadas a catéter vascular en la unidad de cuidados intensivos neonatales en el Hospital Belén de Trujillo y el Hospital Regional Docente de Trujillo, 2021.

 

METODOLOGÍA

 

Fue una investigación con enfoque cuanti­tativo, descriptivo-correlacional. La ejecu­ción se llevó a cabo en 3 meses durante el año 2020 (octubre-diciembre), en el HBT y HRDT (Hernández y Mendoza, 2018). Estuvo formado por todas las enfermeras que labo­ran en UCIN del HBT (20) y HRDT (20), es decir por 40 profesionales en total, quienes cum­plieron con los criterios de inclusión de que fueran enfermeras (os) contratadas(os) y/o nombradas(os) en proceso de obtener la ti­tulación en la segunda especialidad en cui­dados intensivos neonatales o con titulación ya registrada, con experiencia laboral que supere los seis meses en el servicio de UCIN y que desearon participar del trabajo de investigación.

Se utilizaron dos instrumentos: El “Cuestiona­rio: Nivel de Conocimiento sobre preven­ción de infección asociada a catéter vas­cular” (CMNCPICV) y “Escala de medición de prácticas sobre prevención de infeccio­nes asociadas a catéter vascular” (EMPPICV) los cuales fueron elaborados por Romero (2020), tomando como sustento a la CDC.

Se empleó el juicio de expertos para la vali­dación externa de ambos instrumentos por tres licenciadas especialistas en neonatolo­gía; y la validez interna fue determinada mediante la prueba de Pearson, siendo vá­lidos ambos instrumentos.

La confiabilidad se estableció usando el coeficiente de Alfa de Cronbach, procesa­dos en el paquete estadístico IBM SPPS Statistics 23.00, obteniendo el CMNCPICV un 0.72 % y la EMPPICV un valor de 0.70 %.

Como primer paso para la investigación se acudió a ambos hospitales objetivo, para solicitar los permisos correspondientes, tanto del Hospital Regional como del Hospital Belén, Se ingresó los trámites por la oficina de Capacitación y Docencia. Una vez aprobado se hizo también la coordinación con la jefa de enfermeras de cada hospital y la jefa de enfermeras del área informando el fin de la investigación. Posteriormente, se tuvo que identificar a las enfermeras(os) que cumplan los criterios de inclusión, se les explicó la metodología, asegurándoles la confidencialidad y los principios éticos, evi­denciando su aceptación al firmar el con­sentimiento informado.

Se prosiguió con la aplicación de ambos ins­trumentos, considerando un tiempo de alre­dedor de 15 a 20 minutos verificando al fina­lizar que todo esté llenado correctamente.

Al culminar la elaboración del informe se hizo entrega de un ejemplar a cada una de las instituciones que permitieron y facilitaron el acceso e información del recurso humano y de la estadística/clínica.

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

 

Los resultados obtenidos se muestran distribuidos en tres tablas, derivadas de las variables en estudio.

 

Tabla 1

Nivel de conocimiento de enfermeras sobre prevención de infecciones asociadas a catéter vascular en la unidad de cuidados intensivos neonatales. Hospital Belén de Trujillo y Hospital Regional Docente de Trujillo

 

Nivel de conocimiento

%

Alto

Medio

Bajo

20

14

6

50.0

35.0

15.0

Total

40

100,0

 

Respecto al conocimientos sobre preven­ción de infección del catéter, se observa que el 50% de las profesionales que partici­paron de la investigación tuvieron alto nivel, un porcentaje de 35 fue para el nivel medio y el 15% de enfermeras presentó nivel bajo (Tabla 1). El conoci­miento busca compren­der el significado de los acontecimientos que vive el neonato dentro de la UCIN, y como parte del pro­ceso toma en cuenta a tanto al profesional de enfermería, que brinda el cuidado; sin embargo, este inter­cambio estará condi­cionado e influen­ciado por factores socio­culturales, lo cuales van a tener un papel clave en el conoci­miento adquirido de las enfermeras (Raile, 2015).

Son múltiples los factores implicados en el ni­vel de conocimientos, en primer lugar, se tiene el grado obtenido como especialista, puesto que hace que los profesionales de enfermería estén mejor capacitados, ad­quiriendo conocimientos técnicos- científi­cos sobre el área en que se desen­vuelven, ello se evidenció en los resultados ya que el 80% de las enfermeras contaban con espe­cialidad en UCI Neonatología.

En segundo lugar, el tiempo de experiencia pues brinda al profesional en varias oportu­nidades las herramientas necesarias para que se tome decisiones acertadas en rela­ción a la salud del neonato, en la presente investigación, la mayoría de enfermeras (38) del total tuvo experiencia mayor de 1 año, dando así sustento y congruencia con lo encontrado.

El tercer aspecto que se incluyó es el sistema sanitario, pues ahí se promueven las capa­citaciones, evidenciándose en que del total de 40 enfermeras 62.5% recibió ca­pacitaciones dentro de su nosocomio.

Otro aspecto influyente viene a ser la edad del profesional, puesto que en los resultados se evidenció que el 30% pertene­cían al grupo etario de adultas maduras, re­flejando ello que mientras más sea la edad más podrían ser las acumulaciones de co­nocimientos, así como sería más factible la adquisición de especialidad, capacitacio­nes y mayor experiencia por tiempo de ser­vicio (Schroeders, Watrin y Wilhelm, 2021).

Swanson cuando planteó la teoría del cuidado, el primer proceso básico mencio­nado vino a ser el conocimiento porque para ella lo más importante era entender y conocer de una forma integral y holística a la persona que cuidaba, además ella ponía énfasis en que debía valorarse siempre cada actividad mínima que conlleve a que el profesional amplié sus conocimientos tales como fue cada uno de los factores analizados en esta investigación (Beristain et al., 2022).

Hay investigaciones que difieren con los re­sultados obtenidos. Soheir et al. (2021), en Bolivia, encontraron que en promedio el 66.3% del total de 86 enfermeras tenían nivel correcto de conocimiento so­bre el paquete de infecciones en acceso central y cerca del 34% nivel incorrecto; También, Omnia y Abusaad (2021) encontró que el 95,6% de las enfermeras estudiadas tenían conocimientos deficientes sobre la inserción de PICC neonatal y el 4,4% tenían

conocimientos promedio. Sin embargo, concuerdan con la investigación de Martínez (2016), realizada en México, quien encontró que los porcentajes más altos correspondieron al nivel de conocimiento regular y alto con más del 70% (74.5) sobre el conocimiento respecto a los temas de manipulación del catéter percu­táneo y los cuidados que implican; y sólo el 18% puntaje bajo, es decir seis enfermeras.

Cuando un recién nacido ingresa a las UCIN va a requerir necesariamente un acceso vascular el cual debe cumplir con dos requi­sitos fundamentales que sea seguro y ade­cuado. En base a ello es fundamental que la enfermera maneje y posea un cuerpo de conocimientos científicos en el manejo de catéter para así evitar posibles complica­ciones, el recién nacido debe contar con personal capacitado y especializado para que realice su atención regidos por proto­colos de bioseguridad y así lograr su supervivencia.

La seguridad de un profesional de enferme­ría dentro de un área de trabajo o servicio guarda relación en gran proporción al co­nocimiento que posee; por ello las capaci­taciones en ellos son constantes para que no sigan un patrón rutinario de cuidados, para así asegurar la calidad en la atención del neonato y siempre se repercuta de ma­nera positiva en su salud.

Sobre la variable del nivel de prácticas so­bre prevención de infecciones por catéter (tabla 2), se observa que el 62,5% presentan adecuadas prácticas (equivalente a 25 profesionales), mientras que el 37.5% son inadecuadas (equivalente a 15 profesiona­les). Swanson como tercer proceso men­ciona el hacer por como un escalón funda­mental en su teoría del cuidado, porque para ella no solo el hacer implicaba rutina y procedimientos sino incluía un cuidado emocional, en donde se perciba incluso lo que el paciente no puede decir y buscar la ayuda de ser necesaria estando siempre en un proceso de educación y retroalimenta­ción a la vez durante todo el acompaña­miento que se haga a nuestro sujeto de cui­dado (Beristain et al., 2022).

 

Tabla 2

Nivel de prácticas de enfermeras sobre prevención de infecciones asociadas a catéter vascular en la unidad de cuidados intensivos neonatales. Hospital Belén de Trujillo y Hospital Regional Docente de Trujillo

 

Nivel de prácticas

%

Adecuadas

Inadecuadas

25

15

62,5

37,5

Total

40

100,0

 

Para Swanson el hacer por es una acción terapéutica en donde enfermería tendrá como principio hacer por la otra persona lo que se harían por uno mismo, asumiendo una visión integradora que permita en pri­mer lugar satisfacer las necesidades que requieran los pacientes de forma inmediata pero que luego ese hacer también impli­cará observar y analizar a mayor profundi­dad los problemas reales y potenciales del paciente con el fin de promover y facilitar que se obtenga un nivel óptimo de bienes­tar (Garzón et al., 2020).

Swanson consideró además que para ha­blar de cuidado no se puede dejar de lado la experiencia, habilidad y destrezas del profesional de enfermería porque su desem­peño final tendrá gran relevancia en la práctica clínica y debe garantizarse que es­tas sean siempre adecuadas. La coloca­ción de catéter es una de las intervenciones más usadas para los tratamientos intraveno­sos y es uno de los primeros en ser usados en el neonato crítico que ingresa a la unidad de cuidados intensivos neonatales puesto que al encontrarse en un estado crítico ne­cesitarán comenzar hidratación, administrar tratamientos, nutrición por vía parenteral o hasta incluso transfusiones sanguíneas o de hemoderivados (Beristain et al., 2022).

Los catéteres insertados por vía periferia se han convertido en la mejor estrategia en las UCIN por los beneficios con lo que cuenta, como la efectividad al permitir administrar múltiples medicamentos, el conllevar un procedimiento menos doloroso y rápido, así como ayuda a preservar red venosa neona­tal; aunque no se excluye la posibilidad de alguna complicación, como por ejemplo flebitis, infección, sepsis, hematomas, es importante por ello que el profesional tenga como requisito fundamental un dominio práctico, técnico-científico de estos disposi­tivos (Prado et al., 2020).

La infección en la sangre ocasionada por el catéter (SRC) es una potencial amenaza a la salud y vida del neonato. El proceso inicia con la contaminación del catéter ya sea en la técnica de colocación o durante el man­tenimiento. A nivel de técnica de inserción dependerá también el grado de severidad por el tipo de germen que contaminó (gér­menes gramnegativos) y además se suma el factor de vulnerabilidad del neonato por la inmadurez que posee a nivel inmunoló­gico debido al bajo peso y edad gestacio­nal (prematuros) (SIBEN, 2010).

A nivel de mantenimiento la causas pueden ser debido a manipulaciones repetitivas sin las condiciones necesarias de asepsia, así como también el uso de llave triple vía au­menta significativamente el riesgo poten­cial de adquirir una infección, el uso de apósitos impermeables (el uso del apósito impermeable en lugar del poroso o semi­permeable, aumenta de forma significativa la incidencia de contaminación), el empleo de nutrición parenteral por la presencia de lípidos, el tiempo de permanencia del caté­ter y la canalización en miembros superiores (SIBEN, 2010).

En general, según SIBEN (2010), existen me­didas prevenibles que se deben poner en práctica para evitar las infecciones del ca­téter en los neonatos y con las que los pro­fesionales de enfermería deben contar y conocer: la primera de ellas la experiencia profesional, donde a mayor tiempo es mejor la práctica; la segunda es en relación al uso de clorhexidina, y la tercera respecto al uso de apósitos impermeables para los puntos de inserción. En base a los resultados de que la menor parte de enfermeras tuvo inade­cuadas practicas implica que si están cum­pliendo las medidas preventivas y no influ­yen muchos factores negativos en sus cam­pos de trabajo.

Los hallazgos difieren con lo encontrado por Barturén et al., (2018), en Lambayeque, donde se encontró que, en respecto a la colocación de un PICC, el cuidado que brinda el enfermero fue no óptimo en un 68.75% y en su minoría se encontró que era óptimo con un 31.5%. Por otra parte, los resultados concuerdan con el estudio realizado por Phan et al. (2020), quien encontró que gran parte de las 71 profesionales de enfermería si cumplieron con las practicas adecuadas, 72% realizó un correcto lavado de manos, el 79% no tuvo fallas en la desinfección de la piel, el 83% no contaminó las jeringas y 87% utilizó apósitos asépticos en el catéter de adecuada forma, de igual forma Aguilar et al. (2022) encontró que tanto el cuidado en procedimiento y mantenimiento del PICC es las UCIN es el adecuado evidenciado en que el 48.2% de neonatos no presentó infección del catéter.

Por lo referido anteriormente se refleja que enfermería es uno de los pilares claves en la prevención de infección de un catéter y su función es realmente fundamental, puesto que los cuidados van desde la colocación hasta el retiro del catéter vascular, además ello conlleva a que el profesional aplique los protocolos de atención acorde con la población que atiende. Así también se debería fomentar talleres y realización de pasantías sobre todo para aquel personal con prácticas inadecuadas.

La tabla 3 presenta la relación que existe entre las variables de estudio que son nivel de conocimientos y el nivel de prácticas de enfermeras sobre prevención de infecciones asociadas al catéter vascular en el neonato; se observa que del total de la población que obtuvo un bajo nivel de conocimiento (6 enfermeras) el 12.5% tuvo prácticas inadecuadas (5 enfermeras) y el 2.5% fue adecuada (1 enfermera); mientras que de las enfermeras con conocimientos de nivel medio fueron un total de 14 de las cuales 8, que representan al 20% tuvieron inadecuadas prácticas y el 15% si fueron adecuadas equivalente a 6 profesionales de enfermería.

Además, las enfermeras que tuvieron nivel de conocimientos alto, en su mayoría con 45% tuvo prácticas adecuadas (25 enfermeras) y sólo el 5% fueron inadecuadas (15 enfermeras). Al hacer correlación estadística mediante Tau B de Kendall, la probabilidad (p) encontrada fue de 0,000, lo que evidencia una relación significativa alta. En consecuencia, el nivel de conocimiento se encuentra relacionada con el nivel de prácticas.

Enfermería es por excelencia quien realiza la colocación de accesos venosos, para ello debe tener previo conocimiento sobre las especificaciones teóricas y prácticas para así lograr la prevención y control de infecciones en el neonato (Johnson, 2021).

 

Tabla 3

Nivel de conocimiento y nivel de prácticas de enfermeras sobre prevención de infección asociada a catéter vascular en la unidad de cuidados intensivos neonatales. Hospital Belén de Trujillo y Hospital Regional Docente de Trujillo

 

Nivel de prácticas

Nivel de Conocimiento

Total

Bajo

Medio

Alto

%

%

%

%

Inadecuadas

 

Adecuadas

5

 

1

12,5

 

2,5

8

 

6

20,0

 

15,0

2

 

18

5,0

 

45,0

15

 

25

37,5

 

62,5

Total

6

15,0

14

35,0

20

50,0

40

100,0

Altamente Significativa (p = 0.000), Tau B de Kendall = 0.605

 

La colocación del catéter de inserción periférica se considera un riesgo asociado cuando la ubicación es en un miembro superior en neonatos y predispone a una mayor probabilidad, en el neonato, de una infección al torrente sanguíneo, incluso es mayor ese tipo de asociación que en el grupo en el que los catéteres permanecieron más de 14 días o cuando se produjeron punciones repetitivas. Es por ello que la adopción de medidas preventivas bajo protocolos estrictos, con control de indicadores de calidad, y el trabajo del equipo interdisciplinario de la UCIN son fundamentales para reducir los casos de complicaciones asociados a infección (Faunes et al, 2021).

La UCI neonatal es un área con alto nivel de complejidad, en donde el neonato se encuentra en estado crítico con números cambios hemodinámicos y metabólicos, en donde el conocimiento y habilidades que posea enfermería serán esenciales para mejorar la calidad de atención del neonato (Murki y Kadam, 2018).

El catéter de inserción central periférica (PICC) aporta mayor seguridad para el neonato; al ser un procedimiento que no requiere un paso por sala quirúrgica y grandes horas de preparación, sino que solo necesita que el personal de enfermería esté debidamente capacitado y cuente con la experiencia necesaria que garantice el éxito del procedimiento (Martínez, 2016).

Swanson en su teoría destaca la importan­cia de que el profesional de enfermería no solo busque poseer conocimientos, sino que debe ser capaz de utilizarlos para compren­der cada necesidad que observa en el pa­ciente y eso motive a realizar la mejor y más alta calidad de atención, por lo que el “conocer” y “el hacer por” son dos compo­nentes que en todo momento se encontra­rán interactuando entre sí ayudando a ga­rantizar un mejor cuidado y satisfacción en el paciente (Al Yasin, 2023).

Dentro de los estudios que tienen similitud con lo encontrado en esta investigación está el ejecutado por Cumba (2020) quien, al investigar respecto a las vías percutá­neas, encontró que el nivel de conoci­miento si guarda relación significativa con el nivel de cuidado que brinda enfermería en las UCIN obteniendo un p < 0.05.

En cambio, difiere la investigación realizada por Bacilio y Villalobos (2013), en Trujillo, en donde encuentran que no se existió rela­ción entre el nivel de cuidado y el conoci­miento enfermero con respecto a los caté­teres venosos en la UCIN.

Sería importante agregar, factores neona­tales que podrían estar afectando o incre­mentando el riesgo de infecciones en caté­ter vascular y de ese modo tener un dato adicional. Cabe recalcar también que el hecho que exista relación entre conoci­mientos y prácticas conlleva al que la enfer­mera neonatal necesita conocer y reforzar ese conocimiento para brindar el cuidado exitoso, si la enfermera maneja las normas que menciona el CDC sobre cómo hacer para que las infecciones asociadas a un ca­téter vascular disminuyan, va a ser mucho más fácil que los aplique en su quehacer, logrando así que los índices de morbilidad disminuyan dentro de su institución, además de reducir los días de hospitalización y costos.

 

CONCLUSIONES

 

Las conclusiones obtenidas fueron que el 50% de profesionales de enfermería presentaron un alto nivel de conocimientos, seguidos por nivel medio con un 35% y en menor proporción presentaron bajo nivel con un 15%; en relación a nivel de prácticas, el 62,5% tuvo un nivel de prácticas adecuadas, en cuanto que el 37,5% presentó nivel de inadecuadas prácticas. Además, si existe correlación significativa (con un p< 0.000) entre la variable de nivel de conocimiento y la variable nivel de práctica de enfermeras sobre la prevención de infección asociada a catéter vascular en el neonato.

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 

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