INTRODUCCIÓN
Las
Micro y Pequeñas Empresas (MYPES) juegan un papel crucial en el desarrollo productivo
del Perú, pues generan alrededor
del 47.7% del empleo (ComexPerú, 2018), produciendo, además, prosperidad en las
regiones donde opera el sector privado y contribuye a los ingresos y al
crecimiento económico nacional (Noreña, 2019). Sin embargo, a
pesar de su papel esencial en la economía, las pequeñas y
microempresas son particularmente vulnerables en los mercados en
los que operan, ya que no ingresan al registro respectivo,
realizando actividades económicas revestidas de informalidad (Mostacero, 2018).
Según Silupu y Reyes (2019),
la informalidad representa el 50% de las unidades empresariales y su origen
responde a causas diversas y complejas.
Ludmer (2019),
manifiesta que existen tres teorías que explican el fenómeno de la informalidad:
la teoría dualista, estructuralista y de enfoque legalista y visión de escape.
La primera postula que, ante la falta de acceso a trabajo digno, el sujeto
opta por generar su propio empleo en la producción y venta de productos para
subsistir; la segunda expone como causa de la informalidad a la subcontratación
de personal para reducción de costos laborales y la tercera indica que se
busca escapar de la obligatoriedad de las normas, contratando personal ajeno a las normas laborales, por el alto costo que
significan algunas de ellas. Según
lo evaluado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI),
durante abril 2018 y marzo 2019, 239,000 ciudadanos adquirieron un trabajo
informal, ya que, en ese tiempo, la formalidad laboral se encontraba en un
27.4% y la informalidad en 72.6% a nivel nacional (2019) y, según Tello (2014),
se debe a que el microempresario no quiere arriesgarse en formalizar por el
costo elevado que genera y pueda exceder sus ingresos.
Además, la excesiva burocracia
que existe para hacer empresa, lo cual significa mayores costos y mayor
inversión de tiempo para el emprendedor (Navarra
et al., 2018), hace que decida apartarse de la legalidad y realizar
actividad comercial sin haber asumido un régimen societario. Además que, inobservar
las disposiciones normativas correspondientes, dificultan la competencia en el
mercado de quienes no se registran, ocasionando disminución de sus ventas, de
la productividad del capital humano e incremento de las deudas, y hasta el
cierre total de la empresa (Colina et al., 2021).
En
el 2020, hubo un aumento de la informalidad en las MYPES a nivel nacional a
raíz de la pandemia por el COVID-19 que afectó mundialmente en la economía, ya
que se advirtió una caída en la generación de empleo y produjo el desempleo de
varios trabajadores, mientras los actos orientados a la recaudación de impuestos,
se mantuvieron, agudizando los problemas financieros de las MYPES (Apaza et al., 2021).
Simultáneamente, la fuerza empresarial se vio afectada por las medidas
adoptadas por el gobierno para frenar el avance de la pandemia, impidiendo las
operaciones comerciales como las conocíamos hasta ese entonces.
Frente a este contexto y a fin
de reducir las consecuencias financieras advertidas, a nivel gubernamental, se
pusieron a disposición múltiples programas económicos, a cargo del Ministerio
de Economía y Finanzas, orientados a dar financiamiento a las empresas
registradas oportunamente; es decir, se permitía el acceso a dichos programas,
siempre y cuando los postulantes se encontraran formalizados, lo que implicaba
su inscripción correspondiente en SUNARP, incluyéndose, además, precondiciones
como las de buen contribuyente (Montoro, 2020).
Uno de dichos programas fue el REACTIVA
PERÚ, el cual sirvió de estímulo económico a las MYPES para lograr su
formalización, debido al acceso a créditos de forma sencilla. Dentro de los
requisitos para ser beneficiario, además de ser formal, debía tenerse la
categoría de "normal" en el sistema crediticio, no ser parte en un
procedimiento de ejecución coactiva por incumplimiento de obligaciones
tributarias a la fecha de la solicitud y no repartir utilidades durante la ejecución
o vigencia del programa. En ese sentido, el perfil del postulante pasivo de
acceder a este financiamiento gubernamental es consecuente con la persona
jurídica formal (Decreto
Legislativo N° 1455, 2020).
Teniendo en cuenta lo señalado,
según el artículo 4° de la denominada “Ley MYPE” (Decreto Supremo N° 013-2013-PRODUCE, 2013), la MYPE es una
unidad económica constituida por una persona natural o jurídica, bajo
cualquier forma de organización o gestión empresarial contemplada en la
legislación vigente y que tiene como objeto desarrollar actividades de
extracción, transformación, comercialización de bienes o prestación de
servicios; es decir, una MYPE “es toda unidad económica constituida bajo
cualquier forma de organización”.
Además, para lograr la
formalización de las MYPES, se inicia con su constitución, la cual puede
optarse por la construcción de una minuta que, posteriormente, es elevada a
escritura pública con intervención de notario público y, finalmente, es
remitida a SUNARP para su registro respectivo; o, en su caso, puede optar por
la sociedad por acciones cerrada simplificada, que faculta al empresario la
posibilidad de formalizarse mediante formulario digital y firmas virtuales, sin
la necesidad de que un notario intervenga (Decreto Legislativo N° 1409).
Esta nueva modalidad societaria,
se presenta como una alternativa atractiva para todo aquel que realice
actividades comerciales al margen del ordenamiento legal, toda vez que su
aplicación representa muchos beneficios para la transición a la formalidad (Suasnabar,
2020).
La presente investigación tiene
como objetivo determinar la influencia de las sociedades por acciones
cerradas simplificadas en la formalización de las micro y pequeñas empresas.
METODOLOGÍA
El material de estudio estuvo constituido
por revistas, doctrina especializada y por legislación nacional y extranjera,
lo cual permitió determinar la influencia de las sociedades por acciones
cerradas simplificadas en la formalización de las micro y pequeñas empresas,
siendo recolectada dicha información de forma selectiva a través del fichaje
digital; además, se realizó una encuesta a 9 registradores públicos del
Registro de Personas Jurídicas de la Zona Registral N° V-Sede Trujillo.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La presente investigación busca determinar la
influencia de las sociedades
por acciones cerradas simplificadas
(SACS) en la formalización de las micro y pequeñas empresas, para lo cual se
trasladaron los resultados que lo demuestran.
En la tabla 1 se advierte que los encuestados
señalaron que la formalización de las micro y pequeñas empresas a través de las
Sociedades por Acciones Cerradas Simplificadas brinda ventajas a los
emprendedores para lograr la inscripción de su negocio, ya que se da a menor
costo y tiempo, lo que soluciona o contrarresta las desventajas que el micro-pequeño empresario considera disuasivas para su
formalización.
Ello se demuestra con lo regulado en los
artículos 7° y 9° del D.L. 1409, los cuales señalan que la inscripción de las
SACS puede hacerse vía SID SUNARP a través de un documento privado con firma
electrónica, el cual es título suficiente para la calificación e inscripción de
la constitución de SACS en el registro de Personas Jurídicas de la SUNARP.
En el mismo sentido, Chávez (2022), considera que las
normas aplicables a las SACS permiten brindar a los empresarios facilidades en
su formalidad legal, pues reduce costos y tiempo de constitución, siendo la
opción ideal para la captación de micro y pequeños empresarios y lograr la
formalización de estos, tal como afirma Pardomingo et
al. (2020).
En la tabla 2, la mayoría de registradores
encuestados señalaron que la constitución de micro y pequeñas empresas mediante
SACS tiene beneficios a nivel financiero, porque solo las MYPES formales pueden
postular para acceder a créditos estatales o ante una entidad bancaria, con
bajos intereses compensatorios y moratorios.
Tabla 1
Ventajas en la formalización de MYPES a
través de las SACS
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¿Considera que la constitución virtual a
través de las SACS propicia el crecimiento de las MYPES formales?
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Sí, porque el procedimiento cuenta con pocos pasos a
seguir.
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Sí, porque se reducen los costos y tiempo para la
constitución de empresas.
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No, porque el informalismo se encuentra perenne en
la sociedad peruana.
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No,
porque el peruano tiene desconfianza del sistema virtual y el trámite se
realiza mediante formatos preestablecidos.
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Registrador
1
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þ
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Registrador
2
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þ
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Registrador
3
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þ
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Registrador
4
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þ
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Registrador
5
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þ
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Registrador
6
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þ
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Registrador
7
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þ
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Registrador
8
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þ
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Registrador
9
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þ
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þ
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Tabla 2
Beneficios de las SACS a nivel
financiero
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En su opinión, ¿constituir una Sociedad
por Acciones Cerrada Simplificada (SACS) tiene beneficios a nivel financiero
para la MYPE?
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Sí, porque solo las empresas formales pueden
postularse para acceder a créditos estatales con bajos intereses
compensatorios y moratorios.
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Sí, porque contar con el registro correspondiente,
permite el refinanciamiento de deudas, debido a la credibilidad proyectada
como empresa formal.
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Sí, porque formalizarse facilita el cumplimiento de
obligaciones y ello permite tener credibilidad crediticia.
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No, porque la constitución empresarial no basta para
tener un buen récord crediticio.
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Registrador
1
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þ
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Registrador
2
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þ
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Registrador
3
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þ
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Registrador
4
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þ
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Registrador
5
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þ
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Registrador
6
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þ
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þ
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þ
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Registrador
7
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þ
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Registrador
8
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þ
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þ
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Registrador
9
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þ
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Tabla 3
La
mejora de las MYPES en la competencia en el mercado mediante la constitución de
empresas como SACS
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¿Considera que la
formalización de las MYPES como Sociedades por Acciones Cerrada Simplificada
(SACS), mejora su competencia en el mercado?
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Sí, porque genera una partida registral y el número
de RUC de forma automática para identificarse.
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Sí, porque incentiva al peruano a alejarse de la
informalidad que, a largo plazo, genera perjuicios económicos.
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Sí, porque se presenta ante la sociedad como una
propuesta para acceder al trabajo formal con los beneficios correspondientes.
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No, porque pese a la reducción de costos, mantenerse
en la informalidad sigue resultando más barato.
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No, porque la competencia en el mercado se define
por estrategias empresariales y de marketing.
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Registrador 1
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þ
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Registrador 2
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þ
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Registrador 3
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þ
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Registrador 4
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þ
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Registrador 5
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þ
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Registrador 6
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þ
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þ
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þ
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Registrador 7
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þ
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Registrador 8
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þ
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Registrador 9
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þ
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La formalización de una MYPE es
determinante en la obtención de un crédito privado o estatal, como lo regula
el artículo 6 de la Resolución Ministerial Nº
134-2020-EF/15, que establece que los créditos otorgados por el programa
REACTIVA PERÚ tiene como beneficiarios únicamente a las MYPES formales.
Asimismo, lo señalado
se ve reflejado en las cifras expuestas por Peralta et al. (2023), quienes concluyeron
que el programa REACTIVA PERÚ permitió otorgar financiamiento al micro y
pequeño empresario durante la pandemia de la COVID-19, ayudando a mantener la
vigencia de dichos emprendimientos y aumentar sus movimientos financieros en
un 56%, lo que representa una manifestación del reconocimiento estatal
otorgado.
Según la tabla 3, la mayoría
de encuestados considera que la formalización de las MYPES como SACS mejora su
competencia en el mercado, porque le permite identificarse mediante una
partida registral y su número RUC correspondiente, el cual se genera
automáticamente con la inscripción (Cuarta Disposición Complementaria y Final
del D. Leg. N° 1409). Del mismo modo, Ramos (2020) concluyó que los
empresarios al tener un Registro Único del Contribuyente (RUC) favorece a la
empresa, ya que le permite obtener beneficios que aportan a su crecimiento,
además de definir objetivos para planificar la calidad de sus productos, a fin
de mejorarlos e innovarlos y llegar hacia el cliente para poder ser más
rentables y mejorar su negocio, ya que se busca ser líder en el mercado.
CONCLUSIONES
La
formalización de las MYPES a través de las Sociedades por Acciones Cerradas
Simplificadas brinda ventajas a los emprendedores para lograr la inscripción de
su negocio, ya que se da a menor costo y tiempo, lo que soluciona o contrarresta
parcialmente las desventajas que el micro-pequeño
empresario considera disuasivas a su formalización.
La formalización
de las MYPES mediante SACS tiene beneficios a nivel financiero, porque con su
formalización permite acceder a créditos otorgados por El Estado y entidades
bancarias.
La
formalización de las MYPES a través de las Sociedades por Acciones Cerradas
Simplificadas mejora su competencia en el mercado, porque le permite identificarse mediante una partida registral y su número
RUC obtenido automáticamente y, con ello, planificar la calidad de sus productos,
a fin de ser más rentables y mejorar su negocio, ya que se busca ser líder en
el mercado.
REFERENCIAS
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(14), 5-6.
